¿Qué leen los escritores? Alejandro Manara
A los quince años descubrí a Borges y de la mano de él surgió mi interés por los clásicos. Cuando terminé el secundario me fui a Londres y durante varios años fui lector diurno y salía a descubrir el mundo por la noche. Lamento que sea una obviedad tener que admitir mi deslumbramiento, con diferente intensidad, ante Tolstoy, Turguenev, Chejov, Hemingway, Kerouac, Faulkner, S. Fitzgerald, Joyce y Proust. Como además estudiaba letras hispanoamericanas, volví al Quijote y también conocí a los grandes críticos como Auerbach, Praz, Norbert Elias, Steiner y Barthes, pero fue la poesía de los modernistas norte-americanos, Stevens, Williams, Cummings y Pound que me impulsó a la escritura y por culpa de Pound terminé más de un año en Tokio.Los viajes me acercaron a los diarios y a las memorias de escritores: recordando a Borges me acerqué a Boswell, pero al Journal of the Grand Tour, después a Casanova y el Viaje a Italia de Goethe. Proust me presentó las Mémoires de Saint-Simon. En Milán descubrí los diversos textos autobiográficos de Stendhal, donde prima su apasionamiento por Italia: los prefiero a sus novelas. Cuando circulaba por Lejano Oriente le encontré sentido a Ways of Escape y A Sort of Life de Graham Greene. Mas recientemente transité: The Japan Journals: 1947–2004 de Donald Richie y los diarios de Robert Musil.
Es curioso porque en el fondo siento que mis intereses no han cambiado mucho, sino lo que puede haber cambiado es el ángulo desde donde miro las obras que adoro. Por una novela que escribía recientemente releí episodios de batallas de Guerra y Paz para entender el alma de un hombre sometido a los disgustos de un conflicto bélico.
De la misma forma que uno se puede hacer amigos nuevos después de los 40s, también aparecen textos cautivantes: The sea de John Banville, la trilogía de Agota Kristof. The Last Samurai de Helen DeWitt, los ensayos sobre escribir biografía de Richard Holmes,
y luego The Fly-Truffler de Gustav Sobin y The Lady and the Monk de Pico Iyer.
Para la isla desierta llevaría Austerlitz de Sebald, el capítulo de la biblioteca del Ulises de Joyce, el capítulo de Madame du Chastel de Mimesis de Auerbach, los Diarios de Kafka, Le temps retrouvé de Proust, Quer pasticciaccio di via Merulana de C.E. Gadda, el Journal de Stendhal, El libro de la almohada de Sei Shonagon, Il Gattopardo de Tomasi di Lampedusa, Everything That Rises Must Converge de Flannery O'Connor, cuentos de I.B. Singer, Tales of the Hasidim de Martin Buber, Curso de Literatura Europea de Nabokov, cuentos de Isaac Babel y de Damon Runyon y Madame Bovary de Flaubert.
Ana Karenina y Guerra y Paz de Tolstoy
Humo, Primer Amor y Suelo Virgen de TurguenievLa señora del perrito y otros cuentos de Chejov
Un adiós a las armas y Cuentos de Hemingway
En la carretera de Kerouac
Los mejores cuentos de F. Scott Fitzgerald
Dublineses y Ulises de James Joyce
En búsqueda del tiempo perdido de Marcel Proust
Mimesis de Erich Auerbach
El proceso de la civilización de Norbert Elias
Después de Babel y Extraterritorial de George Steiner
Fragmentos de un discurso amoroso; Sade, Fournier y Loyola y Mitologías de Roland Barthes
Notas para una ficción suprema de Wallace Stevens
Personae de Ezra Pound
Antología bilingüe de William Carlos Williams
Poemas de E.E.Cummings
Vida de Samuel Johnson de James Boswell
Viaje a Italia de J.W. Goethe
Vida de Henri Brulard y Recuerdos de egotismo y otros escritos íntimos de Stendhal
Una especie de vida y Vías de escape de Graham Greene
El mar de John Banville
Claus y Lucas de Agota Kristof
El séptimo samurai de Helen Dewitt
El zafarrancho aquel de Via Merulana de Carlo Emilio Gadda
Cuentos completos de Flannery O'Connor
Un amigo de Kafka y otros relatos y Cuentos de Isaac Bashevis Singer
Cuentos Hasídicos de Martin Buber
Caballería Roja de Isaac Babel
Nació en Buenos Aires. Cursó estudios literarios en el King’s College, de la Universidad de Londres en donde obtuvo una licenciatura (1976). Entre 1978 y 1984, vivió en Tokio, Barcelona, Palma de Mallorca, Milán y Paris. En París lo contrató un banco que lo mandó a Buenos Aires, pero a los 22 meses abandonó para abrir Cook & Bardelli, un bistró de comida casera, cuando Buenos Aires era casi un páramo gastronómico. En aquella época colaboró con el Cronista Cultural. En 1993 ingresó al Literature Program de Duke University, que Fredric Jameson dirigía. Su tesis doctoral se ocupa de los relatos autobiográficos de los cubanos norteamericanos. En Duke enseñó una variedad de cursos de literatura y cine. Desde 2001, otra vez en Buenos Aires, da clases de literatura para extranjeros en la U. de Belgrano y en la U. T. Di Tella y se dedica a escribir ficción y traducir del inglés y del italiano, entre otros, los ensayos de Leonardo Sciascia dedicados a Stendhal y la correspondencia de R.L. Stevenson y Henry James y la de Svevo con Joyce. Es el autor de Pasión de Fondo (Mondadori, Buenos Aires, 2006) Bebiendo Tristes, Bailando Graves (Juan Pablos Editor, México, 1998) y Tigre Hotel (Planeta, Buenos Aires, 1993).
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